lunes, 18 de abril de 2011

Las vicisitudes de tirarse al ex


Fue el segundo hombre que traspasaba los límites morales que me jodieron sexualmente por años, mío, mi propio y único segundo hombre, trazó un sillón de honor entre mis piernas.

Con el hombre nos falló lo doméstico y el estoicismo, empero en juicio y honor en cuestión de sudores fluidos y espermas, no había polvo que no feneciera ahogado entre los salares que me escurrían con sus arremetidas.

Quizás por eso, entre la rabia y el dolor, me mantuve oscilando entre la fisura de lo inentendible y esa evocación extraña a su recuerdo cada vez que las sábanas me atrapaban en los brazos lastimeros de un mal polvo.

Ajá! que mal insano me desconectó que después de cinco años de permanecer estoica, sucumbí a su lengua calcándome el cuello?  a horcajadas sobre el macho me asaltaron  como flashes el sin número de veces que dando escupitajos al suelo le vociferé desafiante -te juro por ésta que nunca más me tienes!!

Culpo quizás al tedio de lo juegos repetitivos de los amantes en serie (cuando digo en serie  me refiero a que pareciera van saliendo horneados con los mismos códigos de barra y programación sexual) el asunto es que sí, cometí pecado de retroceso.


A mi favor puedo explicar que  fueron meses de abstinencia sexual y peligro de desgastarme los dedos, el asunto es que una noche llegó como un lobo estepario, me aulló dejando un soplido cálido en mi oreja que calcino hasta los óvulos escondidos en mis ovarios.  

Admito que explosionar en los brazos de un macho que te exploró por años puede ser supremo manjar, sumándole la gracia que las inhibiciones extirpan esa pequeña cuota de culpa que se acumula en el vientre de tanto desliz con el cacao y el ron, pero el macho cebado se vuelve patético y va aguando la fiesta.

Su desventura de no saber jugar al caserito, terminó por despertar esa perversa que las mujeres desarrollamos después de superado el desamor, aja! si hasta patético se volvió esperando llamada a saciarme las ansia, y entre el mirar vidrioso de un brindis me enrostró, como mina despechada, “me buscas sólo cuando quieres sexo”... huevón!!! en qué parte me perdí??  


Ni más remedio, ahora me queda esperar que deje de sonar el maldito aparato, porque lo que es el mío ya no se prende ni aunque me pusiera un cerillo con parafina…


10 comentarios:

  1. se lo enviare a una ex haber si me busca con menor frecuencia....Saludos perversas

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  2. Cómo no escuchar el artículo 4 del CODIGO CIVIL FEMENINO:
    Artículo 4: Usted piensa en un "bonus track" con algún ex.? Recuerde que "figurita repetida no completa el álbum".

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  3. jajaja los bonus track siempre son un tema entre nosotras las féminas, una vez puede ser entrete, y en caso de sequía una opción no descartable...pero repetirse el plato una y otra vez, termina aburriendo...

    p.d: muy buena entrada :D

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  4. ya está! jajaja buenisimo... el comentario de marilyn esta notaable jajaja

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  5. Una vez alguien me dijo: "Déle no más, si con el ex no es pecado" ... jejeje.

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  6. Quien esté libre de pecado que lance la primera piedra, cuando una piensa: bah, esas cosas a mi no me pasan...TE PASAN.

    Una vez terminé con un pololo e hicimos el amor más de una vez y fué sensacional y nadie lo supera hasta el día de hoy.Supe que en mi caso es mejor lo que había en casa.
    Felicitaciones por este buen blog!!

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  7. Como olvidar esa recaida! después de 7 años de relación 2 hijos...y 3 años separados...y dp de tantos años,seguía malo pa mandarse un par de polvos...es más solo servia pa uno!!! maaaaal hasta el dia de hoy,agradezco su abandono..jojojo

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