Siempre me pareció impresionantemente fidedigna y fea la expresión que los hombres piensan con su miembro, con el cabezón... con su Hulk (o manguerita para otros). Y desde ahí las decisiones que toman siempre están marcadas por la subjetividad de la calentura y la turgencia del miembro.
No es raro que dejen a una mujer hecha y derecha porque se empotó con una pendeja (noo!!! quién dijo que me ha pasado) o que tengan aventuras de una noche motivados por un generoso par de tetas y un culo bien parado. Me parecían vanos, simplones, básicos...
Honestamente... los entiendo... y tanto! porque en realidad hay veces que pienso con el clítoris. No es siempre, mis decisiones no necesariamente están ligadas al deseo pero pueden obnubilarse por él. Tampoco eso me pasa con cualquiera pues, la verdad, y después de mucho analizarlo, no tiene que ver con el macho sino conmigo. Cuando ando caliente, hormonalmente caliente, mi deseo nubla mi razón.
Entre confesiones y confesiones les puedo contar que ahora mi clítoris manda, gime y necesita... ando caliente y mis pensamientos son perversos cada vez que converso o me roza un hombre con quien me podría encamar ¡Mis malas decisiones están ligadas a mi clítoris! el wevón se escucha mejor, se ve mejor, huele mejor y se mueve mejor. Pero al constatarlo en la cama, la verdad es que sí hay una distinción no menor entre realidad y expectativa, por lo general mi clítoris eleva a su máxima expresión a un pene y en el acto... en la cama... mientras lo toco, lo beso, lo chupo, me doy cuenta que es un pene como cualquier otro y no la maravilla o el manjar de dioses que creía mi clítoris.
Honestamente y haciéndola bien corta, quiero tirar y esa verdad hace que muchos hombres se vuelvan encamables y tirables, cuando en otro contexto no lo serían. Estoy a punto de llamar a mi ex touch&go o de pedirle a algún conocido o amigo que tengamos sexo sin compromisos, porque llega un punto que la calentura no viene sólo de orgasmear (para eso tengo mis juguetes) sino de sentir el roce y los fluidos.
Quiero que me besen, que me muerdan, que me abracen... y desde ese deseo mi clítoris manda y se contracciona. Estoy algo afiebrada... afiebramiento hormonal!!! y una buena porno con un buen consolador no cumple las expectativas que mi entrepierna, de cuando en cuando, me grita.
Ejemplos e historias tengo de sobra, pues no es una vez que me ha ocurrido... he llegado a iniciar relaciones motivada por mi entrepierna y terminarlas por el mismo lamado clitoriano que me obliga a mandarme a cambiar. ¡Sí! tengo síndrome de Olguita Marina. Así también, me reconozco con más testosterona. Mis duelos amorosos duran menos de lo que le dura a cualquier mujer y salgo a la calle a la aventura de la cama... si, soy más macho y con los años me he vuelto mucho más fría. Si decido que el tipo ya no es para mi, me doy media vuelta y olvido. Soy poco vengativa y nada rencorosa... y esa weá también juega en mi contra porque después me olvido fácil de todo lo que pasó y el ex se vuelve, en unos meses, encamable de nuevo.
Creo, férreamente, que no es exclusivo de los hombres pensar con el órgano del placer y por eso digo que pienso con el clítoris. El clítoris es mi botón de éxtasis... sin él me cuesta orgasmear. Sí, la contracción pélvica tiene que ver solamente con la fortaleza que mi botón late acompasadamente a la erección del pezón. ¡¡Sí! las mujeres también nos calentamos! ¡también somos fáciles!
No me den un par de tragos cuando ando así. El alcohol me desinhibe y cuando ando caliente es el botón de encendido. Con un par de tragos y un tipo que me roce parezco gata en celo cómo me lanzo, cómo me pongo al lado, cómo me contorneo, me muevo, me caliento con el olor a un buen perfume mezclado con cigarro... ya! para muchas no será un olor calentón pero a mi me pone a mil.
Okey, me reconozco machito, caliente y sí, también pienso con mi miembro... que en mi caso es un botón precioso que vive en mi entrepierna y que, a lo menos un par de veces, se toma el control y descontrola mi cuerpo y mis ganas.
#LasPerversas
Notable!! Honestidad pura, gran texto!!
ResponderEliminarConcuerdo con el anónimo de arriba, Notable!
ResponderEliminarUuffff... notable muestra de honestidad. Es bueno enterarse de que no solo nosotros pensamos con nuestro organo sexual y que ustedes también se dejan llevar por el deseo y la calentura.
ResponderEliminarSimplemente notable!
Fiel Reflejo que tanto hombres como mujeres somos Iguales en todo. deseamos y queremos lo mismo en todo aspecto y sentido. #Corta
ResponderEliminarSolo me gustaría encontrarte un día de esos en que mande tu clítoris , y en el que mande mi cabeza inferior .... felicitaciones
ResponderEliminarGenial! por que las minas no podemos ser calientes? aaah? me encanto!
ResponderEliminarExcelente! me siento notablemente identificada con el texto, y es completamente valido que de vez en cuando, seamos tan calientes como cualquier hombre :)
ResponderEliminarlo mejor!! es totalmente cierto!! las mujeres somos igual de calientes como los hombres, y muchas veces pensamos desde la calentura. Hay un punto en el q concuerdo: q a veces no es suficiente un orgasmo a traves de porno, fantasia o consolador, se necesita el contacto físico, con alguien que le guste el mismo tipo de sexo que uno. Me carga encontrarme con hombres mayores q yo y que con cuea hacen la posicion del misionero...fomes!!
ResponderEliminarSoy caliente y cuando tengo ganas y no ando emotiva, salgo a buscar lo q quiero!
Toda la vida se ha sabido que las MUJERES SON CALIENTES e INSACIABLES ejejej, solo que ahora "se sabe"....se publica....se escribe....solo lamento que no han sido directas conmigo snifff...snifff....jejejje. Gran ensayo!!!.
ResponderEliminarPaul Bruce.
Viva la calentura :)
ResponderEliminarLa pura verdad, me siento super identificada, hoy necesité que alguien me dijiera: "NO! no debes, eres casada con hijos, y no puedes andar maraquiando por ahí". Pero que diablos, tengo una ganas de tirar...
ResponderEliminarMuy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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